Sábalo a la parrilla: sabor fresco y delicioso del mar

Disfruta de un festín de sabores marinos con nuestra receta de sábalo a la parrilla. Este plato, que captura la esencia fresca del pescado y el sabor ahumado de la parrilla, es una opción perfecta para una comida al aire libre o una cena especial con amigos y familiares.

En nuestra guía, te llevaremos paso a paso a través del proceso de preparación, desde la selección del sábalo fresco hasta la marinada y la cocción en la parrilla. Aprenderás a realzar el sabor del pescado con una marinada sencilla de limón, ajo, perejil y aceite de oliva, que realza su frescura y lo prepara para la parrilla.

Te mostraremos cómo cocinar el sábalo a la perfección en la parrilla, asegurándote de que esté dorado por fuera y tierno y jugoso por dentro. Además, te daremos sugerencias para acompañar tu sábalo a la parrilla con guarniciones frescas como ensaladas, vegetales asados o arroz con limón y cilantro.

Este plato es una manera deliciosa de disfrutar de los sabores del mar en la comodidad de tu hogar. ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacer un sábalo a la parrilla que impresionará a todos en tu próxima reunión! Con nuestra receta, disfrutarás de una experiencia culinaria fresca y deliciosa que te transportará directamente a la costa.
Por Adrian Costanzo | Actualizado el 18-05-2006
Sábalo a la parrilla: sabor fresco y delicioso del mar

Ingredientes

  • ● 1 sabalo de 3 kg
  • ● 3 tomates
  • ● 1 cebolla
  • ● 1 morron colorado
  • ● pimienta
  • ● sal
  • ● salvia

Preparación

  1. Rellenar el pescado con los ingredientes, colocar sobre papel
  2. platinado, darlo vuela a los 30 minutos.cuando se desprenda la piel, el mismo estara listo.

Información adicional

  • Porciones: 0
  • Tiempo de preparación: --
  • Calificación: 3.8 Estrellas de 5 (8 votos)

7 Reseñas para Sábalo a la Parrilla: Sabor Fresco y Delicioso del Mar

golo
24-02-2011

Que pedorra la receta esmerate mas salame...

pedro
13-10-2009

al papel platinado se le coloca aceite o va en contacto directo con el pescado?

Marcos
12-10-2009

yo lo hago con salsa especial:
- Vinagre
- Sal
- Peovensal
- Oregano

diego
21-04-2011

explica mejor PESCADO!!!!!

sergio luis
09-05-2011

Ingredientes: Para seis personas:
Dos sabalos grandes, de tres a cuatro kilos limpios cada una.
Seis limones jugosos.
Cuatro dientes de ajo.
Perejil.
Crema de leche.
Cuarto kg. de queso azul.
Sal, pimienta.
Preparación:
Lo que vamos a preparar son cuatro mitades de boga, de la misma manera, pero con aderezos o salsas diferentes para cada una de ellas.
Preparado ya el fuego en brasas, sean de carbón o de leña quemada allí mismo, desparramamos las brasas debajo de la parrilla en mediana cantidad, de manera que tendremos fuego no tan fuerte ni tan débil.
A las bogas las abrimos, las separamos, en mitades, sin la cabeza y bien lavadas, ahora bajo la canilla, a efectos de sacarle todos los restos de sus vísceras y de algunos granitos de arena que pudieron haber quedado, producto de su lavado en agua del río.
Separarlas tiene como objetivo facilitar su manejo para darlas vueltas y para retirarlas cuando se las va a servir. También para aprovechar mejor la parrilla, ya que se va poniendo una con la cola de un lado y la siguiente del otro. Indujo
Lista las bogas y preparada la parrilla, muy limpia y con papeles, de manera de sacarle restos de cocciones anteriores pero con grasa para impedir que se peguen las carnes. Ahora sí las ponemos con la carne para abajo y las escamas para arriba. Esto permite no solamente tostar la carne y evitar "hervirla" toda, sino posibilitar que largue la grasa que a veces suelen tener a este kilaje. Una vez logrado ambos objetivos, las damos vuelta con una espátula, que permita levantarlas desde abajo y en forma completa.
Un detalle muy importante, durante la cocción, es moverlas continuamente. Esto se hace presionando sobre el lomo, con un trapo, y correrla de un lado a otro, de tres a cuatro centímetros, en el sentido de los hierros de la parrilla. Esto evita que se "peque" la carne y que el mismo hierro también le transmita calor para su cocción. Una vez dada vuelta, esto también se repite, ambos con una frecuencia de diez a quince minutos. ¡No olvidar: esto es fundamental para la buena cocina de la carne!
Mientras, preparamos las diferentes salsas para agregarle a cada una de las partes del pescado. La primera mitad la haremos con sal y limón solamente. Exprimimos un limón, le retiramos las semillas y le agregamos sal y pimienta a gusto. Una vez que dimos vuelta, le vamos poniendo encima de la carne, bien distribuido y a cada rato, de manera que cuando se evapore, vuelva a tener líquido y evitar que se "seque" demasiado.
La segunda tendrá un preparado con ajo bien picado, perejil, sal, pimienta y limón, con el mismo procedimiento anterior.
La siguiente con crema de leche, vertida en cantidad acorde con su tamaño y apetecible, mezclado con orégano, perejil, ajillo, o lo que guste y se disponga.
La última será un preparado de queso azul, diluido en leche, con sal y pimienta, de manera de poder llegar con esta crema a toda la carne a la vista.
Los aderezos o salsas que se le ponen a las carnes, a veces pueden quitarle la posibilidad de quitarle o cambiarle el gusto, pero la mezcla le puede otorgar una mezcla de sabores muy agradable. Con la variedad propuesta se podrán atender los diferentes gustos.
Las brasas, durante la cocción, deberán estar bien distribuidas de manera de no cocinar las cuatro partes de igual forma porque el momento de servirla, se nos seca la que espera. Por eso, la que servimos antes es la que tiene que tener mayor temperatura y así ir disminuyendo de manera de tener a punto cada una de ellas.
¿Cómo sabemos que la carne está a punto para servir y comer?
En los pescados es relativamente fácil ya que la misma carne no indica cuando ya está: el líquido que le agregamos o los restos de grasa que han quedado, ya que nunca el elimina todo, empieza a "hervir", pequeños borbotones del jugo, al costadito de la piel con la carne, nos indica que la comida está lista.
En una bandeja, se la levanta con cuidado y paciencia, de manera de no volcar nada del jugo o de la salsa y no dañar la piel.
Decíamos que es conveniente dejar el espinazo de un lado. Una vez cocido, éste se extrae muy fácilmente, permitiendo desparramar mejor la salsa o jugo por toda mitad del animal.
Para servir, se cortan las postas, en forma proporcional a quienes gustan de esta parte y con el preparado. Luego se introduce la espátula entre la piel y la carne, se levanta suavemente y se despega, dejando la grasa líquida en la parte de piel que queda en la bandeja. Mientras tanto, se le pone un poco más de brasas a las que quedaron en la parrilla, de manera que estén listas y prontas una vez terminada la que se sirvió. Y así sucesivamente.
Un detalle muy importante cuando se come pescado: como todos tienen espinas, y a veces, según la especie, es difícil de detectar mientras se mastica hay que tener una miga de pan al costado del plato. Ello es para que en el caso de haber ingerido una espina, se traga la miga y generalmente "arrastra" la espina. En caso de no funcionar, hay que acudir al médico.
Finalmente, esto se puede acompañar con diferentes ensaladas. Lechugas, tomates, zanahorias con huevos, achicorias, remolacha, etc. Preferente acompañar con vino blanco, ya que el color del vino lo da el color de la carne, según el viejo mensaje.
¡¡Salute!! Saben todos de las bondades de la carne de pescado. Y especialmente de los que se sacan del río y se los cocina inmediatamente. Sin dudas, tiene un sabor especial, distinto, salvaje y exquisito.

Sergio
26-03-2013

uaaajajaja la receta del comentarista es mucho mejor que la del caballito de mar q publicó . CABALLITO DE MAR: dícese del que se cree potro pero es un pescao. saludos

jeronimo
25-08-2010

muy bueno

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